Genesis 12:1-8
Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
Dios tiene un Plan para cada uno de nosotros, El mira nuestra vida y el fin de ella claramente. Muchas veces para nosotros otra es la óptica y nos sentimos cómodos en las circunstancias en la que estamos.
Recuerdo un tiempo atrás, cuando tuve que mudarme al lugar donde vivo actualmente, no me fue fácil tomar esa decisión, el rumbo que yo mismo había marcado para mi vida estaba en marcha y la mentalidad y los prejuicios que tenia me hacían dudar y pensar sobre las desventajas de tal decisión, hice lo posible para dar marcha atrás, simplemente no deseaba el cambio de mis planes.
Dios nos pide cambios, abandonar aquellas cosas que estorban su propósito, hoy por hoy, creo que El es grande y sabio, que el nunca se equivoca y que cada cosa que el hace es precisa para el cumplimiento de sus fines en mi vida y en la tuya también.
El destino final de nuestra peregrinación es el cielo, una ciudad donde fluye leche y miel, la tierra prometida, Dios esta preparando este hogar y cada cosa que permite que nos pase aquí en la tierra es parte de su escuela, sabiendo que la meta es la ciudad celestial, vivamos en esta esperanza.
Bendiciones
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